martes, 11 de septiembre de 2012

La Tempestad

¿De dónde viene esta música? ¿O de la tierra o del aire?
Ya no se escucha. No hay duda de que se dirige a algún dios de la isla.
Sentado yo en la playa, llorando nuevamente el naufragio de mi padre el rey,
se deslizó esta música junto a mí sobre el agua,
calmando lo mismo su furia que mi dolor con su dulce melodía.
Desde ese momento la sigo, o más bien, ella me atrae aquí.
Pero se ha ido. No; comienza de nuevo.

Shakespeare. La Tempestad. Acto 1