martes, 1 de mayo de 2012

El Requiem de Mozart


"Todas estas cosas tal vez explican la extraordinaria fuerza expresiva de esta obra maestra: un testamento espiritual maravillosamente pormenorizado de angustia profunda del hombre ante el misterio de la muerte. A través de este texto litúrgico cristiano Mozart logró expresar, como sólo él podía hacer, los diversos estados de la mente, del temor del Juicio (Dies irae) a confiar en la misericordia de Dios (Kyrie), de la ansiedad de inútiles sufrimientos (Recordare) a la confianza en otro mundo, lleno de luz (Luceat eis). Es un lamento fúnebre, pero más que eso, es una oración final, implorando la misericordia de Dios ("estar a mi lado en el momento de la muerte") que nos deja la esperanza para una nueva vida. Rara vez una pieza de música ha sido tan fuertemente marcada por la genialidad, la expresión, la fe y el sufrimiento de un ser humano."

Jordi Savall



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