I
¡Oh Capitán! ¡Mi capitán! Nuestro espantoso
viaje ha concluido;
El barco ha enfrentado cada tormento, el
premio que buscamos fue ganado;
El puerto está cerca, las campanas oigo, toda
la gente regocijada,
Mientras los ojos siguen la firme quilla de la
severa y osada nave:
Pero ¡oh corazón! ¡Corazón! ¡Corazón!
Oh las sangrantes gotas rojas,
Cuando en la cubierta yace mi Capitán
Caído, frío y muerto.
II
¡Oh Capitán! ¡Mi capitán! Levántate y escucha
las campanas;
Levántate —por ti se ha arriado la bandera—
por ti trinan los clarines;
Por ti ramos y coronas con cintas— por ti una
multitud en las riberas;
Por ti ellos claman, el oscilante gentío, sus
ansiosos rostros a ti se vuelven;
¡Arriba Capitán! ¡Querido padre!
Este brazo bajo tu cabeza;
Es tan sólo un sueño aquél en la cubierta,
Tú has caído frío y muerto.
III
Mi Capitán no responde, sus labios están
pálidos y quietos;
Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni
voluntad;
El barco se encuentra anclado sano y salvo, su
viaje concluido y terminado;
De una horrorosa travesía, el barco vencedor,
viene con un objeto conquistado;
¡Regocíjense, oh riberas y repiquen, oh
campanas!
Pero yo, con lúgubre andar
Camino la cubierta donde yace mi Capitán,
Caído, frío y muerto.
1865
Walt Whitman (EEUU, 1819-1892)
Venid amigos
No es tarde
para buscar un mundo muevo,
pues sueño con navegar
más allá del crepúsculo
y, aunque ya no tengamos
la fuerza que antaño
movió cielos y tierra,
somos lo que somos:
un mismo temple
de corazones eróticos
debilitados por el tiempo, pero
voluntariosos para luchar,
buscar y encontrar
y no rendirse.
Venid amigos
No es tarde
para buscar un mundo muevo,
pues sueño con navegar
más allá del crepúsculo
y, aunque ya no tengamos
la fuerza que antaño
movió cielos y tierra,
somos lo que somos:
un mismo temple
de corazones eróticos
debilitados por el tiempo, pero
voluntariosos para luchar,
buscar y encontrar
y no rendirse.
Alfred Lord Tennyson (GB, 1809-1892)
No hay comentarios:
Publicar un comentario